La importancia de una buena toma de tierra en una instalación eléctrica
La puesta a tierra o toma de tierra de una instalación eléctrica es una parte fundamental e imprescindible en un sistema eléctrico, pues de su correcto funcionamiento dependerá la seguridad de las personas y los equipos.
En origen, su popularidad data de 1973, cuando se estableció por ley que todos los edificios construidos a partir de ese año debían tener una toma de tierra. En síntesis, se trata de una medida de seguridad que en el caso de que haya algún tipo de derivación en una instalación eléctrica (un electrodoméstico con algún defecto de aislamiento, por ejemplo), ésta se disipe a través de la red de tierra, reduciendo o eliminando peligros de contactos indirectos como una descarga eléctrica.
Las partes que componen principalmente una toma de tierra son:
– Electrodos o picas clavados enterrados.
– Línea de enlace que une los distintos electrodos o pica con el borne principal.
– Borne principal donde se une la línea que procede de la tierra con la instalación.
– Conductores de protección, que son los cables de color amarillo-verde de todas las instalaciones eléctricas.